lunes, 29 de agosto de 2011

CPS DICE NO A LA REFORMA CONSTITUCIONAL

 

CPS hace suyo el planteamiento del 15-M. 28 de Agosto 2011

 

NO A ESTA REFORMA de  la CONSTITUCIÓN. NI UN PASO ATRÁS

El gobierno y el PP van a aprobar con inusitada urgencia una reforma de la Constitución al dictado de los mercados y de los gobiernos conservadores de las potencias europeas.

Pretenden, con la excusa de ordenar las finanzas, imponer el beneficio de unos pocos sobre la voluntad de la mayoría.

La ministra Salgado reconoce que se hace para tranquilizar a los mercados. Todavía no ha aprendido que los mercados son insaciables. En cualquier caso es un reconocimiento de sumisión a quien ha provocado esta crisis y pretende salir fortalecido de ella.

Alarmados ante la respuesta social a este atropello, ahora hablan de incluir alguna flexibilidad, esa flexibilidad la teníamos ya. Entonces, ¿para qué se hace?

Pues porque sacraliza un concepto, una ideología. Se demoniza la deuda pública, la inversión pública. ¿Es que la deuda privada no hay también que devolverla?

¿Por qué la deuda privada es conveniente para el progreso y sin embargo la deuda pública no? La inversión en enseñanza, salud pública, infraestructuras, en mejor justicia, entre otras, es más valiosa que ninguna otra, y los países que la hacen están a la cabeza del desarrollo.

En lugar de embridar a “los mercados” que especulan con la deuda pública en colaboración con las Agencias de Calificación, dan por supuesto que eso no se va a hacer, y optan por entregar la pieza entera.

Se niegan a reconocer lo que cada vez más expertos afirman y lo que la experiencia está demostrando, y es que las medidas de ajuste deprimen las economía y empeoran los déficits.

Esta medida no se toma en ciclo de crecimiento, sino en un momento en el que el déficit es necesario para relanzar la economía. Se toma por tanto para acelerar los procesos de ajuste que están significando:

-Pérdidas económicas para la población.

-Pérdidas de derechos que seguro no nos devolverán si la crisis pasa.

-Pérdidas de nuestro patrimonio público de empresas y servicios.

Esta medida se toma en un país cuyo principal problema no es la deuda pública, sino la deuda privada, fundamentalmente de los bancos.

Premios Nobel y catedráticos de Economía reiteran que centrar la política económica en la reducción del déficit estrangula las posibilidades de recuperación económica y, por lo tanto, de generación de empleo.

El déficit se genera si los ingresos caen. Y en nuestro país cada vez pagan menos las grandes fortunas y las grandes empresas. Sufrimos un fraude, una evasión fiscal y unas medidas fiscales contrarias a lo que dice nuestra Constitución.

El destino de esta reforma está muy claro si vemos el borrador del famoso cambio. Tiene un párrafo que dice: “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos Y SU PAGO GOZARÁ DE PRIORIDAD ABSOLUTA.”

No se puede decir más claro, primero los bancos, luego, todo lo demás.

  No es la primera medida que demuestra la sumisión a los poderes financieros y la falta de respeto de nuestros gobernantes  por su propia dignidad democrática. Pero esta ya no es una norma o decreto Ley, es nada menos que una reforma de la Constitución.

En agosto, y con la legislatura concluida, el momento en que se decide modificar la Constitución refleja un seguidismo a los más relevantes representantes de la derecha europea (Merkel/Sarkozy).

Si las cosas están mejorando, según dice el gobierno, ¿qué ha cambiado en pocas semanas, cuando el gobierno no aceptaba esta medida propuesta por Rajoy?

¿Dónde está la urgencia de una medida que se dice será operativa dentro de seis años? Más les valdría cumplir la Constitución y los derechos en ella consagrados.

Hay temas de reforma constitucional sobre los que hay enorme consenso social y siempre se dijo que existen grandes inconvenientes para modificar la Constitución.

No vale el ejemplo que nos ponen de otra modificación, que fue decidida en obligado cumplimiento de nuestros Tratados Internacionales (ej.: el derecho de voto de los ciudadanos comunitarios).

Estos gobernantes vienen tomando medidas que saben que cuentan con el mayoritario rechazo de la población y por eso los políticos son vistos como una lacra y como un problema. Esta decisión apresurada, sin debate ni participación ciudadana, ahondará ese desprestigio.

En el desgraciado caso de que no haya diputados suficientes para impedir esta chapuza democrática, exigimos poder ejercer la soberanía que nos garantiza nuestra propia Constitución y por tanto el derecho a votar NO a esta reforma tras un debate en el que se garanticen los medios similares de expresión de ambas alternativas.

NO A ESTA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN. NI UN PASO ATRÁS

CPS, LIBIA, GADAFI

 

Trípoli, Libia

28 de Agosto 2011

José María García Mauriño

El colectivo de Cristianos por el Socialismo, después de estar suficientemente informados, queremos expresar nuestra denuncia a este estado de cosas. En estos días, las potencias europeas de la OTAN y los EE UU declaran la proximidad de su victoria, tras destruir Libia provocando una masacre cuya magnitud sólo el tiempo desvelará. Desde nuestro colectivo, queremos denunciar cómo de nuevo la OTAN se precipita contra un país rico en petróleo, a fin de saciar la opulencia de las multinacionales del sector. Queremos denunciar cómo, una vez más, la sangre de un pueblo se vierte a cambio del preciado combustible.

Todo comenzó hace seis meses, con un golpe de Estado por parte de los llamados “rebeldes libios”, que instauraron un “gobierno provisional” dirigido por Mustafá Abud Jalil, ministro de Justicia de Gadafi hasta el 21 de febrero, actual presidente del “Consejo Nacional de Transición” y acusado por Amnistía Internacional de continuas violaciones de derechos humanos.  El otro gran “hombre fuerte” de estos “rebeldes” es el general Abdul Faah Yunis, ex ministro del Interior de Gadafi, que previamente había sido jefe de la policía política.

Otros destacados integrantes de los supuestos “rebeldes” eran los clanes del Este, la casta  dominante durante el régimen títere-colonial del rey Idriss, cuya bandera adoptaron oficialmente los rebeldes desde el primer día, junto a otras banderas como la francesa y la estadounidense. Dicha zona Este del país aportaba también a los “rebeldes” numerosos miembros de Al Qaeda (recordemos que esa zona es proporcionalmente el mayor exportador de “combatientes–mártires” a Iraq en todo el mundo), a los cuales Gadafi  había reprimido en 2006 con el apoyo de Occidente, con ocasión de la revuelta islamista de Bengazhi.

Con estos datos encima de la mesa, ya en febrero resultaba un disparate apoyar a estos supuestos “rebeldes” (o, peor aún, considerarlos los protagonistas de alguna idílica “revolución popular”). Sin embargo, después de que estos “rebeldes” pidieran la intervención imperialista de la OTAN por todos los canales disponibles, la obtuvieran y –finalmente- se beneficiaran de ella, han colaborado codo con codo con el imperialismo. No estamos ya ante un disparate, sino sencillamente ante la confirmación de una peligrosa carencia de honestidad y autocrítica de una pequeña pero ruidosa fracción de la izquierda.

Más allá del oportunismo mediático, las radicales diferencias con respecto a las movilizaciones democráticas acaecidas en países como Túnez y Egipto son escandalosamente obvias. En estos últimos países, la revuelta estuvo liderada por fuertes sindicatos existentes en ellos. Y en estos países, además, vimos a pueblos desarmados enfrentándose a sus tiranos, mientras que en Libia se están enfrentando dos sectores armados de la oligarquía y del propio Estado (incluyendo, como dijimos, a dos ex -ministros de Gadafi). Uno de dichos sectores, hace el papel de colaboracionista, al estar apoyado por el imperialismo francés, estadounidense e internacional, en su búsqueda de petróleo. No en vano, la primera medida de los “rebeldes” fue la creación del Banco Central de Benghazi y, paralelamente, el imperialismo congeló las cuentas bancarias que poseía en el exterior el Estado libio, a fin de  hundir al gobierno, cuentas que ahora acaban de ser generosamente entregadas a los “rebeldes”.

Al igual que en Yugoslavia (desenterrando cementerios para simular “fosas comunes” a ojos de la BBC), al igual que en Irak (con las “armas de destrucción masiva”) y al igual que en Afganistán (con la supuesta “presencia de Ben Laden”), también esta invasión imperialista ha intentado camuflarse como “ayuda humanitaria” o incluso como “apoyo a una rebelión popular”. Pero cabe preguntarse desde cuándo la OTAN se dedica a apoyar las rebeliones populares (o desde cuándo el imperialismo arma, apoya y defiende al antiimperialismo). A día de hoy, todavía no existe ninguna imagen de aquella supuesta rebelión “popular”, ni prueba alguna de los presuntos “bombardeos de Gadafi contra población civil”, ya que en ambos casos se trataba de pura propaganda de guerra, a la cual sólo la más burda ignorancia del contexto político podía dar crédito. La excitada imaginación de algunos llegó al extremo de inventarse la existencia de “consejos obreros” rebeldes, lo cual no solamente es falso, sino absurdo desde un punto de visto sociológico.

No obstante, el imperialismo no encontró mejor manera de defender la vida de los ciudadanos libios que mediante 25.000 operaciones de bombardeo aéreo, desde marzo 2011 hasta hoy mismo, destrozando el país de toda África con mayor esperanza de vida (más de 74 años) y el único en el continente que contaba con sanidad y educación gratuitas. Todo ello con un catastrófico coste humano aún imposible de calcular.

Los bombardeos han abierto el camino a los mercenarios, pero el hecho de que el pueblo libio haya resistido durante seis meses deja en evidencia que los llamados “rebeldes” sin la OTAN no existen. Como la “contra” nicaragüense, a la que Reagan y los medios llamaban “luchadores por la libertad”, o como los mercenarios de Bahía de Cochinos.

Por si fuera poco, mientras concluye su “trabajito” en Libia, el imperialismo amenaza ya a Siria, país que junto a Irán y la parte sur de Líbano (controlada por Hezbolá) constituyen los reductos de resistencia frente al imperialismo en una región plagada de regímenes títere. Los planes internacionales de desestabilización incluyen la financiación a mercenarios terroristas sirios, a fin de potenciar un conflicto desde el exterior, justificando una nueva invasión exterminadora.

No hay que olvidar que la economía imperialista sufre una dependencia estructural de la industria militar (cada uno de los miles y miles de Tomahawks arrojados en Libia cuesta más de dos millones de dólares cada uno, que han sido pagados por la clase trabajadora), y esto sin contar los intereses de las empresas petroleras y las constructoras que entrarán ahora en una Libia asolada por el terrorismo imperialista de la OTAN (el mayor merecedor del calificativo “terrorista”). Tampoco hay que olvidar la sumisa implicación del Estado español en la actual guerra de Libia y en todas las aventuras bélicas de los últimos años (antigua Yugoslavia, Afganistán, Iraq durante algunos años, Líbano y Haití entre otras), así como la aprobación, en plena crisis económica, de un disparatado presupuesto militar por parte del gobierno de Zapatero (17 mil millones de euros para 2011).

Desde CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO, al igual que en ocasión de las invasiones contra Afganistán e Irak, promoveremos y nos sumaremos a todas las movilizaciones en contra de esta intervención imperialista. Por la autodeterminación de los pueblos y su derecho a resolver sus propios problemas sin injerencias externas, ya sea directa o camuflada mediante gusanos y mercenarios.

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miércoles, 24 de agosto de 2011

Julio Lois, in memoriam





Ayer, 22 de Agosto del 2011, mientras se apagaban los ecos de la JMJ, moría Julio Lois, compañero querido, que fue profesor de la Facultad de Teología de Salamanca, un hombre entero, un cristiano ejemplar.
Nació en Pontevedra el año 1935 y colaboró desde joven en los grupos especializados de Acción Católica (JOC, HOAC). Tuvimos allí amigos comunes, en los años en que yo estudiaba en Poio, hacia el 1960, amigos que le han seguido admirando a través de los años. Estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela… pero abandonó la abogacía para servir el evangelio, desde posturas de compromiso máximo.
Ha sido profesor de Teología, en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde enseña desde el año 1985, como encargado de cátedra… No pudo pasar del “encargo”, pues en Roma no le dieron nunca el “nihil obstat” para ser profesor titular, porque no entendían su compromiso por la gente de pueblo (en Vallecas), porque no comprendían ni aceptaban su teología al servicio del amor del Reino, abierto a todos, en fraternidad gozosa, cercana….
Julio (¡querido Xulio!) elaboró su pensamiento desde el compromiso social con los movimientos obreros, en una línea vinculada a la Teología de la Liberación. A su juicio, sólo se puede pensar a Dios desde la solidaridad activa con la causa de los pobres.
Su cristología ha tenido y tiene como objeto el “desentrañar la significación liberadora” de la vida de Jesús. Entre sus obras:
Fe y Política (Madrid 1977);
Los movimientos cristianos de base en España (1991);
Jesús de Nazaret, el Cristo liberador (Madrid 1995);
La experiencia del Resucitado en los primeros testigos y en nosotros hoy (Vitoria 2003).
Yo mismo le pedí hace años que escribiera un libro “compendio” de su vida y su experiencia, y así lo hizo, escribiendo un texto admirable: El Dios de los pobres (Secretariado Trinitario, Salamanca 2005). No es que Dios sea pobre en sentido externo, sino que se hace “pobre” al dar su vida, al darse a sí mismo, desde en centro de su creación, haciéndose creación (ser humana), para realizar así su camino divino de amor y de fiesta, en la vida de los pobres.
La última vez que le vi fue hade dos años en A Coruña, luego nos hemos cruzado un par de correos… Me hablaba en ellos de su deseo de vivir hasta el final al servicio de la Vida de Dios encarnada en este mundo de sufrimiento, al servicio de su “pastoral”… Fue un hombre de inmensa paz, crítico radical, pero desde el testimonio la vida, sin gestos altisonantes, sin críticas mezquinas… Fue hombre de todos, en diálogo con obispos y obreros, con gente del barrio-barrio de Vallecas y con profesores…
Fue hombre de paz, por eso le eligieron presidente de la Asociación Juan XXIII, porque podría representar a todos…Fue amigo de los pobres… y amigos de sus amigos, un inmenso intelectual, que prefirió dedicar su vida a la pastoral real de la vida (de los jóvenes) más que a escribir grandes libros (¡para eso estás tú, Xabier, me decir!, con su inmenso humor galaico, hecho de ternura y de sabiduría.
No quiero hablar más de él. Seguro que lo harán otros, con más tiempo, con más dedicación. Pienso que se celebrará en Madrid un funeral oficial, presidido por su obispo, Mons. Antonio Rouco… Me quedaré triste si no lo hubiera.
Para completar su semblanza bastará con entrar en Google… poniendo Julio Lois. Podrá encontrarse allí una entrevista con J. J. Vidal, del tiempo en que Lois era presidente de la Asociación Juna XXIII.
Muchos le han olvidado, pero sus amigos y compañeros le dedicaron un homenaje ejemplar en Seguimiento de Jesús y teología. Homenaje a Julio Lois Fernández (Verbo Divino, Estella 2006).

Publicado en Redes Cristianas