domingo, 25 de diciembre de 2016

LA RIQUEZA DEL PAÍS, DE TODOS Y TODAS PARA TODOS Y TODAS

CPS OPINA, 2017



LA RIQUEZA DEL PAÍS, DE TODOS Y TODAS  PARA TODOS Y TODAS


La riqueza pública y privada producida por todos los españoles, no está subordinada al interés general, sino al interés de la banca y de las grandes empresas.

"ESTÁN SUBORDINADAS AL INTERÉS NACIONAL". 

No es una proclama comunista de CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO,  es el contenido del artículo 128, 1. de la Constitución Española  que nos recuerda que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. Sin embargo, PSOE y PP, desde septiembre de 2011 reformaron el artículo 135 de la Constitución Española, sin contar con la soberanía popular, fijando como prioridad absoluta el pago de la deuda pública que en el año 2014 sólo representaba un 24%, mientras la deuda de las familias suponía un 18%, el de las empresas no financiera representaba un 36% y el de las instituciones financieras representaba un 22%, esto es, la deuda pública en España era sólo de un 24%, y la deuda no pública de un 76%. Pero el PSOE lo justificó así: no había otra opción, las tensiones en los mercados han llegado a un límite que pone en riesgo las políticas sociales. Así esta reforma del art. 135, posibilita que la riqueza pública y privada no se subordine al interés general, sino a la banca y las grandes empresas. 

Artículo 128. 1  “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”.

La subida del 8% para el 2017 supone llegar a los 707,60 € mensuales lejos todavía de los 800 € que se plantean, y si se mantiene el precio de las dietas de comida de un diputado/a, 870 €, la diferencia es clara: vale más el estómago de un político que la vida de un trabajador/a.





Vamos a comentar unas noticias que hemos conocido últimamente para ver si las políticas están encaminadas al interés general o al interés de la banca y grandes empresas.

Empezaremos por la proposición de ley de Unidos Podemos para la subida del Salario Mínimo Interprofesional, en el año 2017, a 800 euros al mes, admitida a trámites por el pleno del Congreso.

Pues bien, el Consejo de Ministros aprobó, en su reunión del viernes 2 de diciembre de 2016, el decreto ley que contempla sólo una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8% para 2017, con lo que se elevará de 655,20 a 707,60 euros mensuales, poco más de 50 € más.

En el año 2014 cerca de 6 millones de personas que trabajaban en España cobraban por debajo del salario mínimo interprofesional, y de éstas, un 22% cobraban por debajo de 300 € al mes.

Otra noticia, el presupuesto del Ministerio de Defensa subirá aproximadamente un 30% en 2017, según informa Europa Press. De confirmarse ese incremento, pasaría de 5.734 millones de euros de 2016 a 7.558 millones en 2017. El motivo es que el departamento de María Dolores de Cospedal incluirá en las cuentas del departamento las partidas para hacer frente al pago de los Programas Especiales de Armamento, que son grandes operaciones de compra aprobadas durante los años noventa y cuya factura final se desconoce tras haber sido renegociada en innumerables ocasiones, aunque ronda los 30.000 millones de euros.


Estos programas provienen de la etapa de llegada al gobierno en 1996, del PP con José María Aznar como presidente.

Tercera noticia, el rescate de las autopistas de peaje de Aznar, Aguirre y Cascos costará 6.000 millones a las y los contribuyentes. Un rescate encubierto a banca y grandes constructoras, que una empresa pública asumirá las deudas. 

Además, José Luis Rodríguez Zapatero les proporcionó ayudas valoradas en 480 millones, que sólo sirvieron para prolongar la agonía de un proyecto deficientemente planificado y que llevan años abocado a la quiebra.

Detrás de todas esas empresas, que revierten sus pérdidas al Estado porque así lo aceptaron Aznar, Álvarez Cascos, José Bono y Esperanza Aguirre, están personas que son de sobra conocidas en el mundo empresarial y financiero: Florentino Pérez, Juan Miguel Villar Mir, Francisco González, Familia Carceller, José Manuel Loureda, Familia March, Alberto Cortina, Miguel Fluxà Roselló, Esther Koplowitz, Alicia Koplowitz, entre otras y otros. Es la España del poder e influencia, que con sus entramados de empresas se encuentran presentes en multitud de negocios Estado-Empresas.


lunes, 19 de diciembre de 2016

“¿QUIÉN ES JESÚS DE NAZARET PARA NOSOTR@S?”



(Seminario de formación teológica)
¡La Teología no debe ser un privilegio del Papa, de los Obispos, de los sacerdotes, las y los religiosos, l@s teólog@s, y demás “profesionales” del cristianismo, sino de tod@s l@s creyentes! E incluso diría más: de todo el mundo, bien se identifiquen con otras religiones y tradiciones espirituales, pero también de l@s que se consideren indiferentes religiosos, agnóstic@s y ate@s, es decir, de tod@s aquell@s que tengan esperanza en la Vida y luchen por ella. Así, sea cual fuere la reflexión y el juicio final que hagamos sobre Jesús de Nazaret, sería bueno y útil, por varias razones, una reflexión serena sobre él, porque significa cuestionarnos sobre muchos aspectos centrales e irrenunciables de toda existencia humana, individual y colectiva, llevada con Sentido.
Dos años antes abordamos cuestiones del Jesús histórico, trabajando sobre la “Sociología del Movimiento de Jesús”. Este año queremos más bien trabajar sobre una temática complementaria: Jesús visto desde el prisma teológico. De ahí que trabajemos cuestiones normalmente descritas como “cristológicas”. Sin embargo, al ser un seminario, permite mayor libertad de trabajo, no sólo incorporando conferencias, sino también debates en grupo y apuntar pistas para investigar personal y grupalmente. Por supuesto, la respuesta final a la pregunta del seminario no pretende ser una respuesta dogmática, sino crítica, es decir, algo que ayude a que cada un@ piense, sienta y


actúe, libre, responsable y transformadoramente en el entorno social en que vivimos.


Las temáticas  que se abordarán serán:
1.    Espiritualidad del Movimiento de Jesús.
2.    El sentido de la muerte de Jesús. ¿Resurrección?
3.    ¿Divinidad de Jesús?
4.    ¿Qué significa la expresión “Jesús nos salva”?
5.    El Dios de Jesús(Introducción)

El Seminario de Cristología será impartido por RUI MANUEL GRACIO DAS NEVES, Sacerdote dominico, teólogo, filósofo y sociólogo.
LUGAR: IEME(Instituto Español Misiones Extranjeras)C/Ferrer del Rio 17
Metro: Diego de León. Salida por C/Eraso. Mapa: https://goo.gl/maps/jjXe1kwmEYu Dias: 6,7,8,9 y 10 de Febrero de 2017
Horario: de 19 a 21h

La    aportación     económica    será    de    50    euros,    con    excepción        de desempleadas/os o estudiantes.


Para el contacto e inscripción : nicasio.terron@gmail.com

o llamar al 626147072




ACTITUDES PARA EL REPLANTEAMIENTO MORAL: EL PRINCIPIO-MISERICORDIA




Conferencia pronunciada en las Jornadas de Cristianos por el Socialismo
Madrid, 8 de Octubre de 2016
Juan José Tamayo
Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”. Universidad Carlos III de Madrid
          0. Tres observaciones previas (prenotandos)
          - Perversión de una hermosa palabra y recuperación de su verdadero significado. Maltrato semántico y prácticas que la deforman. Recuperación de su verdadero significado:
          DRAE: (del latín misericordia) 1, Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos. 2. V. obra de misericordia. 3. Teol. Atributo de Dios en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas. 4. p. us. Porción pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna. 5. Puñal con el que solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia al enemigo. 6. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar de pie.  
          Prácticas que deforman la misericordia: las tradicionales obras de caridad mal entendidas, que se caracterizan por el asisrencialismo, la beneficencia y el “caritativismo”.
ETIMOLOGÍA: misericordia: de miser (persona desdichada) o misereor-miserere: apiadarse de, sentir la desdicha ajena,, compartir la desdicha ajena; cor-cordis: con el corazón.
          - Ubicación de la palabra en la el terreno de la ética como aportación moral de las religiones, y especialmente del cristianismo a una ética liberadora , para despertar del “sueño de la cruel inhumanidad” en que estamos instalados (Sobrino, 1992, 11ss).
          - Evitar discursos abstractos, intemporales y falsamente universalistas sobre la misericordia: vincular la misericordia con el sufrimiento eco-humano y darle un contenido político.  .
          1. El sufrimiento es una invariante en la historia, que afecta a) a todos los seres humanos, hombres y mujeres, b) pero no a todos por igual, sino especialmente y con especial intensidad a los sectores más vulnerables, y c) a la Naturaleza, verdaderas víctimas, la mayoría de las veces inocentes. Los victimarios son las estructuras sociales injustas, las instituciones, las ideologías que los legitiman y los sistemas políticos, económicos y militares opresores –dictaduras, capitalismo, colonialismo, patriarcado, imperialismo, fundamentalismo, etc.
          2. Las mujeres son las que se ven sometida a mayores y más intensos sufrimientos de todo tipo y en todos los ámbitos: psicológico, cultural, moral, medio-ambiental, religioso, simbólico, económico, político, laboral, familiar por la exclusión, marginación y opresión de que son objeto por parte del patriarcado en alianza y complicidad con otros modelos sociales, culturales, políticos, económicos que las convierten en mercancía.
          3. Varias son las actitudes que pueden adoptarse ante el sufrimiento y ante quienes lo provocan: a) colaborar en el sufrimiento de las víctimas, poniéndose del lado de los victimarios; b) pasar de largo, lavarse las manos, cruzarse de brazos, que es otra forma de colaborar; c) sentir pena ante los sufrientes de la historia, pero no hacer nada por aliviar sus sufrimientos, ni analizar las causas del sufrimiento ni luchar contra ellas, dejando las cosas como están y manteniendo intactas las estructuras que lo provocan; d) la mentalidad dolorista -muy extendida en las religiones-, que considera el sufrimiento redentor, purificador, fuerza salvífica, cuando es destructivo del tejido humano, hace infelices a las personas, ni constituye el núcleo de las religiones, sino que es una de sus graves patologías. d) identificarnos con los sufrientes, ponernos  de su lado, hacer nuestra su causa, luchar por su erradicación tanto a nivel estructural como personal.
          5. La compasión es principio de humanidad. La persona puede ser definida como ser compasivo, con entrañas de misericordia. Sin compasión, no hay humanidad, se cierne la impiedad, la dureza de corazón, la cerrazón de mente y el bloqueo de la inteligencia. Con compasión, el ser humano se siente solidario de la suerte del resto de los seres humanos y de la Naturaleza, de forma que todo acto de homi-cidio y de eco-cidio se convierte en sui-cidio: matar a otra persona o destruir la naturaleza es matar o destruirse a uno mismo. Caín, matando a Abel, se está matando a sí mismo. Sin compasión, el ser humano se torna lobo estepario que.se guía por la ley de la selva. Sin compasión, no hay vida humana, sino la guerra de todos contra todos.
          6. Es necesario tener misericordia con la naturaleza para combatir el sufrimiento eco-humano: grito del pobre y grito de la tierra son inseparables:
          - los seres humanos y la naturaleza son un continuum; el ser humano no es parte de la naturaleza; es naturaleza consciente,
          - las relaciones entre los humanos y la naturaleza son relaciones de sujeto a sujeto
          - es necesario reconocer los derechos de la naturaleza, respetar a la Madre Tierra, cuidarla: es una de las manifestaciones de la misericordia. ecológica
          -  Cosmovisión y ética de las comunidades indígenas: Sumak Kawsay (Bien Vivir):  
          Ejemplos de prácticas compasivas con la naturaleza: Wangari Mathai, activista política y ecologista keniana, Vandana Shiva, ecofeminista india, Chico Mendes, sindicalista y activista ambiental brasileño, Berta Cáceres, ecologista hondureña.  Muchas activistas ecologistas han pagado su compasión con la vida y se han convertido en “mártires”. 
          6. La misericordia es una opción y una actitud fundamental de Dios ante el sufrimiento y la opresión
          - Éx 3,7-12: Sensibilidad hacia el sufrimiento humano, condición necesaria para la misericordia: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado el clamor ante sus opresores y conozco sufrimientos (conocer= compartir, sufrir con). He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlos a de esta tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel... Así, pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto la opresión con que los egipcios los afligen. Ahora, pues, ve: yo te envío  al faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto..Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte”
          7. La misericordia: opción fundamental de Jesús
          - no es algo pasajero, pasatiempos, entretenimiento, en la vida, mensaje y praxis de Jesús de Nazaret;
          - sino que conforma el ser de Jesús de Nazaret, su estilo de vida, su forma de pensar y de vivir a Dios, su manera de entender al ser humano, su relación con los demás, su modo de conocer, su creer, su esperar, su amar, su celebrar, su lectura de las Escrituras, su actitud ante las víctimas, ante las personas hambrientas (misereor super turbas).
          - En el trasfondo de la actuación de Jesús aparece siempre el sufrimiento de las mayorías, de los empobrecidos, de las personas discapacitadas, privadas de dignidad, ante el que se le remueven las entrañas.
          Jesús pone como ejemplo de persona compasiva, de “persona cabal” (Sobrino) a un Samaritano, a quien convierte en sacramento del prójimo, cuando los judíos ortodoxos lo consideraban enemigo, hereje. El Samaritano atendió a la persona malherida, maltrecha “movido a misericordia”.
          En esta parábola Jesús muestra qué es una persona cabal, misericordiosa (Sobrino, 1992, 34):
          . la que no se queda en el cumplimiento –práctica- de los mandamientos;
          . la que reacciona solidariamente ante una persona necesitada de ayuda;
          . la que interioriza el sufrimiento ajeno, lo convierte en parte de sí mismo y lucha para eliminarlo.
          Jesús contrapone la misericordia a los sacrificios, en la mejor tradición profética:
          . Mateo 12,1-9: “Misericordia quiero, que no sacrificio” (citando a Oseas 6,6), en la escena en la que los fariseos critican a los discípulos por arrancar espigas el sábado.
          . Mt 9,12-13: Comida con publicanos y pecadores; los fariseos se lo echan en cara, y Jesús responde: “No necesitan de médico los que están fuertes, sino los que están mal. Id, pues, a aprender lo que significa misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.
          - La práctica de la misericordia para con los empobrecidos, perseguidos por la religión,  explica su destino final: la condena a muerte. ¿Por qué matan a Jesús?
          8. La misericordia es la virtud por excelencia proclamada en el Sermón de la Montaña: “Bienaventurados los misericordiosos...”. Felicidad y misericordia son inseparables. Una persona misericordiosa es feliz y, compartiendo y aliviando su dolor, hace felices a los que sufren aliviando. La falta de entrañas de misericordia hace infelices a quienes no practican dicha virtud y a quienes sufren.
          9. La Iglesia cristiana a lo largo de su historia se ha movido entre dos actitudes: la insensibilidad al sufrimiento humano y la misericordia para con las víctimas. Hoy solo tendrá credibilidad si es una Iglesia samaritana, ejemplo de compasión y realizadora de prácticas compasivas. Una nueva nota de la Iglesia que yo añadiría a las de la eclesiología tradicional que aparecen en el Credo: una, santa, católica, apostólica (los tradicionalistas añaden una quinta: romana) es Iglesia samaritana
          10. La misericordia es principio teológico (Sobrino, El principio-misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados, Sal Terrae, Santander 1992, 37-39). Otros principios: principio-esperanza, principio-liberación). Sin dicho principio, la teología pasa de largo inmisericordemente ante el sufrimiento humano y se torna cómplice de él. La alternativa es una teología como inteligencia y praxis del amor, de la justicia y de la misericordia, que se hace cargo del dolor de las víctima; teología como inteligencia de la com-pasión, que denuncia a quienes lo provocan y toma partido por las personas, colectivos y la naturaleza sufrientes que gritan de dolor.
          Sin embargo, la teología tradicionalmente ha sido una disciplina sin entrañas de misericordia. Los atributos que aplicaba a Dios eran la Omnipoten-cia, la Omniscien-cia  y la Providen-cia. Lo definía como Motor inmóvil, Conocimiento de conocimiento, Causa sui, Principio y fundamento de todas  las cosas, pero incapaz de sentir, de amar, de sufrir, de compadecerse. Esa imagen de Dios estaba más cerca del Dios de la teodicea que del Dios de la Biblia, del Dios de los amigos de Job que del Dios de Jesús de Nazaret.
          11. En las religiones
          - La misericordia, la com-pasión y la clemencia son algunos de los principales atributos de Dios en el Islam. “El Compasivo”, “El Clemente”, “El Misericordioso”, “El Indulgente”, “El Perdonador”, son algunos de los 99 más bellos nombres de Dios. Todas las azoras (suras) del Corán comienzan con la expresión “¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”.
          - Los principios fundamentales del budismo son la interdependencia entre los seres humanos y el cosmos. la compasión hacia todos los seres humanos y la naturaleza y la eliminación del dolor. Para ello analiza las causas del sufrimiento humano y propone el óctuplo camino para erradicarlo
          - La Filosofía ubuntu (Desmond Tutu): “Yo solo soy, si tú también eres”.
          Todas las religiones y culturas han tenido testigos de misericordia: mártires, profetas y profetisas, místicos y místicas, reformadores y reformadoras, que son ejemplos de misericordia y compasión: Confucio, Lao Tse, Buda, Jina, Sócrates, Jesús de Nazaret, Francisco de Asís Teresa de Jesús, Edith Stein, Mahatma Gandhi, Luther King, monseñor Romero, Ellacuría, Père Casaldàliga, etc.
          12. La misericordia no puede quedarse en el terreno individual, personal, interpersonal, intersubjetivo; debe historificarse, contextualizarse en cada momento histórico y responder a las situaciones cambiantes de la injusticia y del sufrimiento humano, a los desafíos que plantea la realidad en cada época de la historia y en cada encrucijada de la vida. Ellacuría elaboró el método de historización de los conceptos teológicos y filosóficos”, que debe aplicarse también a la misericordia). He aquí algunos de los fenómenos que caracterizan el contexto en que ha de historificarse y practicarse la misericordia:
          - el imperialismo, que mantiene a los pueblos del Sur en situación de colonialismo a todos los niveles: cultural, económico, político, etc.
          - el modelo económico capitalista basado en la ideología neoliberal, que fomenta la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, crea una sima cada vez mayor entre ricos y pobres y excluye  a 2/3 partes de la humanidad del bienestar
          - el patriarcado político y social, que limita los derechos de las mujeres, y el patriarcado religioso, que no las reconoce como sujetos; el patriarcado recurre sistemáticamente a la violencia contra las mujeres en sus múltiples manifestaciones: simbólica, física, sexual, laboral, doméstica, siendo sus formas más extremas la trata de personas, la prostitución y los feminicidios, que se producen por odio a la vida de las mujeres.
          - la depredación de la naturaleza por mor del modelo de desarrollo científico técnico de la Modernidad;
          - la corrupción instalada en la cúpula de las instituciones, de los gobiernos, de los Estados,
          - las personas y colectivos desplazados, inmigrantes y refugiados que claman justicia, acogida y hospitalidad.
          - el fundamentalismo en sus diferentes campos: religioso, político, económico, cultural, científico, etc., y manifestaciones
          -  el terrorismo por motivos religiosos.
          - La violencia del sistema
          - el epistemicidio: destrucción de los conocimientos y saberes de los pueblos originarios.
          14. La misericordia tiene carácter público y debe traducirse en el terreno político.
 En esta perspectiva propongo el siguiente decálogo de la misericordia
          1. No hay misericordia sin dignidad. Por tanto, la misericordia debe traducirse en indignación por la negación de la dignidad de las personas, los grupos humanos, los pueblos...
          2. No hay misericordia sin igualdad. Por eso, la misericordia implica la lucha contra las desigualdades de género, etnia, cultura, religión, clase, de identidades sexuales.
          3. No hay misericordia sin cuidado de la tierra. Por eso, es necesario “cuidar a la comunidad de vida con entendimiento, compasión y amor” (Carta de la Tierra).      
          4. No hay misericordia sin la defensa de los derechos humanos, pero
          - no en abstracto, declarativamente o con un discurso falsamente universalista; no solo los derechos individuales, que el neoliberalismo reduce a uno solo: el derecho de propiedad,
          - sino los derechos sociales, ecológicos, los derechos emergentes, los derechos de las personas que no les reconocen sus derechos, etc.
          5. No hay misericordia sin hospitalidad con las personas refugiadas, desplazadas, migrantes que huyen de la guerra y de la pobreza.
          6. No hay misericordia sin  militancia en los movimientos sociales. La misericordia debe activarse a través de la participación en los diferentes movimientos sociales que luchan por otro mundo posible, más eco-humano, justo, igualitario, respetuoso de las diferencias.
          7. No hay misericordia sin fomento de los valores comunitarios. Por eso la misericordia debe combatir el individualismo, la endogamia, el corporativismo, y traducirse en solidaridad, fraternidad-sororidad, equidad, com-partir, convivir.
          8. La misericordia implica trabajar para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes y luchas contra las causas que lo generan (Carta de la Compasión).
          9. La práctica de la misericordia llevar a “destronarnos del centro de nuestro mundo”  y colocar el cosmos en el centro. En la encíclica Laudato Si. Sobre el cuidado de la casa común Francisco hace una crítica severa del antropocentrismo moderno y de la equivocada interpretación antropocéntrica del relato de la Creación del Génesis.
          10. No hay misericordia sin diálogo interreligioso, intercultural, interétnico y con la naturaleza. La misericordia debe llevar a salir de la propia religión, cultura, etnia y dialogar con otras tradiciones culturales, religiosas, étnicas, filosóficas, morales distintas de las nuestras y con la naturaleza. Ninguna religión tiene el monopolio de la salvación. Ninguna cultura tiene el monopolio de la interpretación de la realidad. Ninguna filosofía tiene el monopolio de la verdad. Ninguna cosmovisión tiene el conocimiento completo del cosmos. Coincido con Raimon Panikkar en que “sin diálogo el ser humano se asfixia, las religiones se anquilosan y el mundo se colapsa”.
          11. No hay misericordia sin espiritualidad (inspirado en las intervenciones de Jaume Botey, Santiago Álvarez y Alberto).
          15. Epicuro y Jesús de Nazaret coinciden en que la compasión y de la misericordia son como principios de humanidad y su práctica, exigencia fundamental del ser humano. Dice Epicuro: “Vana es la palabra del filósofo (aplicable a todo ser humano) que no sea capaz de aliviar el sufrimiento humano”. Afirma Jesús de Nazaret: “Misericordia quiero, no sacrificios”.
         
Apéndice: CARTA PARA LA COMPASIÓN
          La Carta para la Compasión es una iniciativa de la historiadora de la historia de las religiones Karen Armstrong y del Consejo para la Conciencia, firmada por importantes personalidades mundiales. Fue presentada el 12 de noviembre de 2009 en eventos y reuniones en diferentes ciudades de todo el mundo. La compasión es parte de la Carta de la Tierra y ahora la Carta para la Compasión profundiza en este valor en común tan importante
          La noción de compasión está presente en la Carta de la Tierra y más específicamente en el principio segundo: “Cuidar a la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.” Esta nueva iniciativa refuerza la labor de la Iniciativa de la Carta de la Tierra.
          Según Herman Wijffels, la compasión constituye una importante base y fundamento para los cambios urgentes que se necesitan y que debemos llevar a cabo, así como para hacer el cambio de enfoque de nosotros como seres humanos y nuestras prácticas ambiental y socialmente dañinas, hacia una nueva sociedad global basada en una ‘economía del reciclaje’ y una ‘estructura gubernamental que tome en consideración las consecuencias de todas nuestras acciones hacia las personas, el planeta y la economía”

          Según Karen Armstrong, “la Carta para la Compasión es, sobre todo, un emplazamiento hacia la acción creativa, práctica y continua para resolver los problemas políticos, morales, religiosos, sociales y culturales de nuestro tiempo. No podemos permitir paralizarnos por el sufrimiento global. Tenemos el poder de trabajar juntos de manera enérgica en pro del bienestar de la humanidad e ir en contra del extremismo desesperado de nuestro tiempo. Muchos de nosotros hemos experimentado el poder de la compasión en nuestras propias vidas; sabemos cómo un solo acto de amabilidad y empatía puede cambiar una vida. La historia también nos muestra cómo la acción de unos cuantos individuos puede cambiar el mundo. En un mundo que está girando fuera de control, necesitamos este tipo de acciones”. 
Contenido de la Carta para la Compasión

          “El principio de la compasión se encuentra en el corazón de todas las tradiciones religiosas, éticas y espirituales, haciendo siempre un llamado a tratar a todos los demás como quisiéramos que nos trataran a nosotros. La compasión nos impulsa a trabajar arduamente para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes para destronarnos del centro de nuestro mundo y poner a otro en su lugar, y honrar la inviolable santidad de cada ser humano, tratando a todos, sin excepción, con justicia, equidad y respeto absolutos. 

También es necesario tanto en la vida pública como privada, evitar consistente y enfáticamente infringir dolor. Reconocer que actuar o hablar violentamente por rencor, chovinismo o interés propio, empobrecer, explotar o negar los derechos básicos a alguien e incitar al odio al denigrar a otros – incluso nuestros enemigos – es una negación a nuestra humanidad en común. Reconocemos que hemos fallado al no vivir de manera compasiva y que algunos incluso han aumentado la miseria humana en el nombre de la religión. 

Por lo tanto hacemos un llamado a todo hombre y mujer ~ para que restituya la compasión al centro de la moralidad y la religión ~ para volver al principio ancestral de que cualquier interpretación de la escritura que crea violencia, odio o desdén es ilegítima ~ para asegurarse que la juventud está recibiendo información exacta y respetuosa acerca de otras tradiciones, religiones y culturas ~ para que inste a la apreciación positiva de la diversidad cultural y religiosa ~ a cultivar una empatía informada hacia el sufrimiento de todos los seres humanos – incluso aquellos que se consideren enemigos. 

Necesitamos urgentemente hacer que la compasión sea una fuerza clara, luminosa y dinámica en nuestro mundo polarizado. Enraizada en la determinación de principios que trasciende el egoísmo, la compasión puede romper los límites políticos, dogmáticos, ideológicos y religiosos. Nacida de nuestra profunda interdependencia, la compasión es escencial para las relaciones humanas y para una humanidad satisfecha. Es el camino al entendimiento e indispensable para la creación de una economía justa y una comunidad global pacífica”.
Bibliografía:
Juan José Tamayo (2012, 2ª ed.), Otra teología es posible. Interculturalidad, pluralismo religioso y feminismo, Herder, Barcelona.
Juan José Tamayo (2011, 2ª ed.), La teología de la liberación en el nuevo escenario político y religioso, Tirant lo Blanch, Valéncia, 2011, 2ª ed.
Jon Sobrino (1992), El principio-misericordia, Sal Terrae, Santander.
Karen Armstrong (2011), Doce pasos hacia una vida compasiva, Paidós, Barcelona.
 Carlos Mesters, Mercedes López y Francisco Orofino (2013), Misericordia quiero y no sacrificios. Encuentros bíblicos sobre el evangelio de Mateo, EVD, Estella (Navarra).


lunes, 26 de septiembre de 2016

Entrevista a François Houtart, sociólogo y teólogo. "El bien común de la humanidad como matriz de la nueva sociedad"



François Houtart



Cira Pascual Marquina
PolítiK

Esta conversación con el sociólogo y teólogo de la liberación François Houtart, que apareció por primera vez en el número 17 del mensuario PolítiK, explora los límites de los procesos de cambio en América Latina y el concepto de bien común de la humanidad.
-Cira Pascual Marquina (CPM): En el libro Más allá de la economía, el bien común de la humanidad (2013), planteas que para asegurar la continuidad de la humanidad y de la vida en el planeta hay que construir un nuevo paradigma en el que el bien común esté por encima del bien individual. ¿Podrías explicar el concepto de “bien común de la humanidad”?

-François Houtart (FH): El concepto de bien común de la humanidad tiene varias dimensiones. La primera es la dimensión de lo que se llaman los comunes o en inglés the commons: los bienes que no son individuales sino comunes, por ejemplo la tierra antes del capitalismo y hoy en día los servicios públicos. Hay muchas luchas en el mundo para proteger, recuperar o aumentar la dimensión de los bienes públicos. Ahora tenemos como bienes públicos la educación, la salud, pero también el agua, la comunicación, etc. Este es un primer nivel de lo que podemos llamar el bien común de la humanidad.

Sin embargo hay un segundo nivel, y el segundo nivel es el concepto clásico del bien común: cosas que le pertenecen al conjunto de la sociedad y que no pueden ser propiedad de individuos como, por ejemplo, en una ciudad, los parques o los espacios verdes, etc. Eso es un bien común. Pero hay sectores que no son directamente materiales, que son más bien de tipo jurídico, por ejemplo el código de circulación (si no se organiza, es el caos). En verdad este es un concepto que existe ya desde la filosofía griega, en particular Aristóteles, que reconoce que hay espacios en la vida colectiva que son espacios comunes, de bien común, y esta fue la base sobre la que la iglesia católica construyó su doctrina social.

Pero pienso que debemos ir un poco más allá y por eso he hablado del bien común de la humanidad: un principio de organización de la vida colectiva de la humanidad en el planeta que se base sobre la vida y no sobre la muerte... así este concepto se opone al concepto fundamental del sistema capitalista. Y cuando digo que el nuevo paradigma se basa sobre la vida, esto implica la posibilidad de crear, de conservar, de mejorar la propia vida –la vida en su sentido completo, no solamente la vida física, biológica, sino también la vida cultural, la vida espiritual–. Y no solamente construir en función de la vida de los seres humanos, sino también de otros géneros: los animales, las plantas, etc. Lo que se llama hoy el derecho de la naturaleza.

Este concepto es más amplio que el concepto de los comunes y que el concepto del bien común, pero integra estos dos conceptos. Este concepto que he llamado el bien común de la humanidad, es evidentemente un nombre; no importa el nombre, lo que importa es el contenido. Podemos darle otros nombres, por ejemplo el sumak kawsay que es el buen vivir, el concepto de los indígenas andinos, o podemos llamarlo socialismo del siglo XXI.

-CPM: En el libro que mencioné anteriormente enumeras cuatro elementos clave para aterrizar el concepto del bien común de la humanidad; podríamos decir que estos elementos son una especie de hoja de ruta para organizar la tarea colectiva en cuanto a la definición de la nueva sociedad postcapitalista. ¿Puedes explicárnoslos?

-FH: Sí, debemos concretar las cosas porque todo esto puede parecer algo abstracto. Precisamente he tratado de ver, como sociólogo, qué significa esto en la práctica de la vida colectiva humana. Por eso he tomado cuatro realidades fundamentales de toda sociedad, que son, por una parte la relación con la naturaleza, ya que ninguna sociedad puede vivir sin la naturaleza; después la producción material de la vida, porque la vida no es una abstracción y sin producción material no hay vida; la organización social de la vida, que debe ser colectiva en lo social y en lo político; y finalmente la cultura, porque el género humano es el único que puede reflexionar sobre su propia realidad y eventualmente anticipar el futuro, y que es, como dicen los mayas, “la parte consciente de la naturaleza”.

Reflexionando sobre estos cuatro elementos fundamentales de toda sociedad podemos entrar en detalles, especialmente comparando con la situación actual del sistema capitalista. Por ejemplo, en cuanto a las relaciones con la naturaleza: ¿cómo ve el capitalismo la naturaleza? Para el capitalismo la naturaleza es recursos naturales, es decir, una naturaleza que se debe explotar, y explotar en función de los intereses del capital y de la acumulación del capital. Por el contrario, en lo que se refiere a la nueva organización del bien común de la humanidad, la naturaleza debe ser respetada: es la fuente de toda vida, de la vida física, biológica, cultural, espiritual, y en este sentido la naturaleza no es solamente un objeto de explotación.

Esto, si queremos ir más allá en la práctica, tiene muchas consecuencias para la vida cotidiana y también para la organización nacional e internacional. Por ejemplo, si aceptamos que la naturaleza es la fuente de la vida, no podemos aceptar que personas individuales o corporaciones, grandes empresas multinacionales, se apropien de la naturaleza (y en particular las riquezas naturales que son los minerales, las fuentes de energía, etc.) por la simple razón que estas cosas deben entrar en la concepción del bien común. Aquí no digo que no se debe extraer, porque la madre tierra es generosa, sino que se debe hacer respetando los derechos de la naturaleza, la posibilidad de regenerarse y de continuidad de la vida. Este es un ejemplo práctico. También, por ejemplo, no se puede aceptar la mercantilización de bienes básicos para la vida como las semillas o como el agua. Ese es un primer paso.

El segundo es la producción de la base material de la vida. Como he dicho, cada vida tiene su base material y no se puede continuar sin esta base. Ahora la base material de la vida –la economía–, está organizada por la lógica del capital. El capital es el único motor de la economía, con su necesidad inagotable de tener ganancias para poder acumularse. Frente a esto la lógica debe ser absolutamente diferente: no una lógica de acumulación del capital, de valorización única del valor de cambio. Porque hay dos tipos de valores para todo servicio o bien: el valor de uso, es decir lo que es útil para la humanidad, para la naturaleza, para el mundo, y el valor de cambio o lo que permite ganancia. Solamente el valor de cambio, es decir, si una cosa es una mercancía, contribuye a la acumulación del capital. Por eso en el capitalismo todo debe convertirse en mercancía. Esta es la lógica del capital. Debemos salir de esta lógica, con todas las consecuencias en cuanto a la propiedad de los medios de producción, significa, en lo práctico, que no podemos aceptar la dominación del capital financiero, los paraísos fiscales, etc.

Un tercer elemento es la organización social y política, que debe ser democrática, para permitir que todos los seres humanos sean actores y no solamente sujetos de una política decidida desde arriba o por una minoría. No hay nada menos democrático que la economía capitalista que concentra el poder y desconoce lo que se llaman las “externalidades”: los daños ambientales y los daños sociales, que no paga el capital. Se deben promover procesos democráticos en todas las instituciones, desde las políticas y económicas hasta las culturales, sociales, religiosas. Esto también debe extenderse a todas las relaciones sociales, como las relaciones entre hombres y mujeres. Este es el tercer aspecto que tiene muchas aplicaciones en el mundo.

Finalmente, en cuanto a la cultura, hablamos de la interculturalidad. El hecho de no permitir que la cultura occidental, totalmente inmersa en el concepto de modernización, absorbida por la lógica del capital, sea la única cultura aceptable en el mundo, y comprender que todas las culturas, los saberes y las espiritualidades pueden contribuir al bien común de la humanidad y a la ética necesaria para esta construcción.

Ahora, todo esto puede parecer una bella utopía pero no lo es. No es una utopía en el sentido de ilusión, porque en el mundo hay millares de grupos que luchan por construir mejores relaciones con la naturaleza, por otro tipo de economía social y solidaria, por los derechos de todos los grupos humanos y finalmente por la interculturalidad. Esto significa que existe ya en la realidad la posibilidad de perseguir valores que no son puramente abstractos, sino que ya son el proyecto concreto de muchos movimientos y organizaciones en el mundo. Por eso pienso que sobre esta base se puede construir una perspectiva nueva.

-CPM: En algunas intervenciones has planteado que los procesos de cambio en América Latina se caracterizan por ser posneoliberales, pero todavía no se han dado pasos concretos hacia el postcapitalismo. ¿Podrías profundizar sobre esta caracterización de los procesos en Nuestra América y cómo avanzar hacia el postcapitalismo?

-FH: Sí, yo pienso que hay muchos aspectos en todos los dominios. Voy a tomar solo un ejemplo práctico: el problema de la agricultura. Los países que se dicen progresistas en América Latina –y que realmente han sido posneoliberales en el sentido que han reconstruido un Estado que trabaja por una cierta redistribución de la riqueza y también por un mejor acceso a los servicios como la educación o la salud para las clases desfavorecidas– promueven el monocultivo para la exportación, con todas sus consecuencias ambientales: destrucción de la selva amazónica, destrucción de los suelos, contaminación de las aguas, y también, finalmente, daños muy graves para las poblaciones, para la salud, y en cuanto a los efectos sociales como las migraciones hacia las grandes ciudades o al exterior.

Así han promovido esta agricultura en detrimento de la agricultura campesina, que podría dar una respuesta muchísimo mejor a la primera función de la agricultura, que es nutrir la población: es un hecho que la agricultura campesina en América Latina está nutriendo más del 60% de la población del continente. Una segunda función es participar en la regeneración de la Madre Tierra: muchas veces los campesinos trabajan con agricultura orgánica y de manera respetuosa de la naturaleza. Y, finalmente, el bienestar de los campesinos, frente a una agricultura de monocultivos, mucho más productiva, pero que proletariza al campesino o lo integra al sistema capitalista de monopolios, que crea dependencia de las grandes multinacionales de producción o de distribución. La agricultura campesina no es una cosa arcaica, del pasado, sino una cosa del futuro, y esto es reconocido incluso por la FAO.

Lo que hemos visto en América Latina es un intento de construir sociedades posneoliberales –pero no postcapitalistas, y en este sentido continuando con la idea de la modernización de las sociedades, y finalmente con un “capitalismo moderno”; esto tiene como consecuencia, por ejemplo en el campo de la agricultura, que no se promueve una nueva agricultura campesina que podría resolver muchos de los problemas de la pobreza rural y también de la producción de alimentos y de la soberanía alimentaria. Este es un ejemplo, pero podríamos dar otros ejemplos de otros aspectos que nos permiten decir que los ensayos de cambio, de los países progresistas, que fueron muy interesantes y tuvieron varios logros muy reales, finalmente no han transformado la lógica fundamental de la organización de las sociedades. Por eso me parece que desarrollar el concepto de Bien Común de la Humanidad podría ser un paso adelante frente a la crisis que afecta a todos estos países actualmente.

-CPM: Hablando de la crisis, un camino que impulsa el Gobierno Bolivariano para la salida es el Arco Minero. Se supone que explotar el oro y otros minerales en la enorme cuenca del Orinoco nos ayudará a salir de la crisis. Así, tras el anuncio de apertura, más de 150 corporaciones mineras han expresado interés, y ya se han firmado contratos con la canadiense Gold Reserve y con empresas chinas. ¿Qué opinión tienes sobre este tipo de propuestas?

-FH: Esta situación no es particular a Venezuela aunque el caso del Arco Minero es impresionante. Encontramos situaciones similares, tal vez a menor escala, en Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina. El problema es que la única respuesta que ven los gobiernos progresistas actuales frente a la crisis, que es una crisis a escala mundial y que afecta a muchos de estos países porque son exportadores de bienes primarios (explotación minera, petrolera o agrícola), es abrirse más al mercado y entrar en políticas de tipo neoliberal. Evidentemente es una contradicción fundamental. Pienso que estos gobiernos no han reflexionado suficientemente sobre las alternativas al capitalismo.

Debemos reconocer la realidad: Estas medidas contradicen de manera fundamental lo que se ha planteado como meta, y vemos un creciente abismo entre el discurso y las prácticas. La verdad es que estas prácticas van a llevar a una mayor concentración del capital y al desconocimiento de las externalidades, es decir, la destrucción de la naturaleza y la destrucción social y cultural. Eso debemos reconocerlo y debemos tratar de ver qué soluciones podemos encontrar que no entren en contradicción con lo que se había propuesto.

-CPM: Tenemos una tarea clara: la superación del capitalismo. Pero también nos encontramos con múltiples barreras como la enajenación o la pérdida de la esperanza. ¿Qué hacer en estas circunstancias difíciles?

-FH: Precisamente por la situación que vivimos debemos tratar de redefinir la tarea de la izquierda y reflexionar sobre las estrategias posibles. Por eso me parece que un trabajo de conjunto entre movimientos sociales e intelectuales va a ser necesario primero para redefinir las metas (definir qué tipo de sociedad queremos); aquí entra la propuesta de Bien Común de la Humanidad, donde tocamos un espectro que va desde la relación con la naturaleza hasta la organización colectiva de la política y la sociedad, y también la espiritualidad, la manera de vivir las cosas en lo cotidiano...

Entonces, el primer aspecto significa que juntos debemos trabajar por una redefinición colectiva de las metas de la sociedad, no solamente con intelectuales que tienen toda la verdad que se debe imponer a las masas. No, este concepto de vanguardia es obsoleto. Debe ser un trabajo colectivo: por una parte con la experiencia de los movimientos políticos y sociales de izquierda que debemos recoger y tratar de sistematizar, y por otra parte, con el trabajo de los intelectuales. Con todos los logros que hemos desarrollado en los dos últimos siglos, la reflexión fundamental del marxismo, pero también de otras corrientes intelectuales que pueden ser útiles. La cuestión es cómo redefinir la meta fundamental de la humanidad y de la sociedad.

El segundo aspecto es cómo definir las transiciones. Es evidente que no podemos construir el socialismo o comunismo instantáneamente. Eso provocaría catástrofes económicas derivadas del boicot y de los embargos o incluso intervenciones militares. Eso no es posible, pero sí, podemos pensar transiciones, es decir, pasos que nos ayudan a construir el paradigma nuevo. No se trata de adaptar el capitalismo a nuevas situaciones sino de construir una sociedad diferente. En cuanto a la cuestión de cómo construir transiciones, hay que hacerlo desde una perspectiva dialéctica, sin caer en la idea del progreso de la modernidad –un progreso lineal sobre un planeta inagotable (un concepto muy capitalista de la “modernidad”, por cierto.

Es necesario redefinir la modernidad, encontrar transiciones y actores que pueden actuar en cada aspecto. Este es el gran reto no solamente para América Latina sino también para el mundo entero. Y ya podemos empezar, de forma humilde y cotidiana, a pequeña escala, como lo han hecho por ejemplo los zapatistas, y después poco a poco ampliar esta visión para construir otra matriz de desarrollo humano. Esto es absolutamente necesario frente a la destrucción de la naturaleza que el capitalismo está provocando, y también de destrucción humana, cultural y espiritual.

-CPM: Has mencionado en algunas intervenciones que para entender la sociedad hay que hacerlo en términos de clase. En el periódico PolítiK estamos absolutamente de acuerdo. ¿Podrías profundizar sobre la necesidad del análisis de clase?

-FH: El análisis de la sociedad desde una perspectiva de clases es ciertamente importante. También es verdad que en el siglo XIX –en la Europa en que Carlos Marx reflexionó y escribió– la clase obrera era la clase fundamental para iniciar el cambio. En este sentido el papel de la clase obrera para cambiar el conjunto de la sociedad era absolutamente fundamental. Hoy en día debemos reflexionar frente a la realidad actual: una clase obrera muy segmentada por el sistema capitalista y que ha cambiado en los países industrializados, donde han desplazado la actividad de producción hacia las periferias y que se especializan en servicios.

Esto significa que la clase obrera hoy es diferente a la clase obrera del siglo XIX europeo o norteamericano. Así, otras clases sociales, como los campesinos por ejemplo, están también afectadas por la lógica del capital, y hoy vemos que frente a esta destrucción sistemática del pequeño campesinado, hay movimientos que son más radicales que el movimiento obrero. En particular, en el plano internacional, la Vía Campesina, la organización mundial de los campesinos, es más radical contra la Organización Mundial del Comercio o el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional que la organización Internacional de los sindicatos. Este es un hecho y debemos reflexionar sobre las nuevas realidades.

Es verdad que son los trabajadores los que enfrentan la contradicción fundamental con el capital, pero ya no son solo los trabajadores industriales, también están los trabajadores del campo, los precarizados, todos estos grupos sociales que son afectados hoy por la lógica del capital , y por eso la lucha y la organización de la lucha social debe ser pensada de otra manera que en el siglo XIX. Esta es una de las tareas para los movimientos sociales y los movimientos políticos de izquierda, para no equivocarse ni en el vocabulario –lo cual es secundario pero importante–, ni en las prácticas sociales y políticas, es decir: la definición de las luchas sociales.

Fuente: Rebelión

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Publicado por Luis Fernández-Díez Cuenca en 13:32:00
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jueves, 15 de septiembre de 2016


MENSAJE DEL XXXVI CONGRESO DE TEOLOGÍA

Del 8 al 11 de septiembre de 2016 hemos celebrado el 36 Congreso de Teología, que ha reunido a personas y colectivos procedentes de los diferentes continentes, pueblos, culturas y religiones para reflexionar sobre el tema “Migrantes, refugiados y fronteras: de la exclusión a la hospitalidad”. En él han participado activistas sociales comprometidos en los campos de refugiados y en las zonas fronterizas, que han aportado sus experiencias. Nos han acompañado representantes de pueblos oprimidos y olvidados. Hemos contado con especialistas en relaciones internacionales, procesos
migratorios, trata de seres humanos, teoría de género, así como con teólogas y teólogos, que .han hecho análisis críticos de la situación y han ofrecido interpretaciones liberadoras de los textos religiosos.

1. Existen en el mundo 200 millones de personas migrantes, 60 millones de
desplazados, 20 millones de ellos refugiados y 40 desplazados internos, y 4 millones de víctimas de trata. Las personas más vulnerables son los niños, las niñas, mujeres, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, sometidos a todo tipo de vejaciones:acoso sexual, agresiones físicas, trata de personas, tráfico de órganos, trabajos forzados, prostitución, violencia de género. Son personas sin nombre, sin cara, sin identidad reconocida. Viven una soledad social, política, moral y jurídica. Se les niega la dignidad
y el derecho a la vida, como demuestran las miles de personas muertas en el legítimo intento de atravesar las fronteras.

2. En expresión de Francisco, estas personas son consideradas “`población
sobrante”, producto de la “cultura del descarte”, que nos vuelve incapaces paracompadecernos ante los clamores de los otros. Son víctimas de un sistema basado en el Dios Dinero, del capitalismo perverso y de la acumulación mafiosa del capital. Quien se beneficia de esta situación es una elite políticoeconómica, patriarcal, colonial, racista y antiecológica, que pone en marcha tres grandes negocios: el de la seguridad, el de la economía política de las migraciones y el de la gestión de las personas en movimiento.

3. A pesar de las discriminaciones que sufren, las mujeres inmigrantes,
refugiadas y desplazadas demuestran una gran capacidad de resistencia, resiliencia y empoderamiento.

4. Los países de acogida son, en su mayoría, países del Sur, mientras que la
mayoría de los del Norte cierran sus puertas a cal y canto, protegen sus fronteras con vallas, concertinas, policías y fuerza militar, niegan el derecho de asilo, siguen políticas equivocadas de seguridad, incumplen los protocolos internacionales y sus propios compromisos, y no demuestran voluntad de acogida.

5. La insolidaridad de los Estados del Norte contrasta con la solidaridad que
demuestra una parte importante de la sociedad, que adopta actitudes de hospitalidad, y con el trabajo de los movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales y personas cooperantes, que colaboran en los campos de refugiados y en las fronteras.

6. El papa Francisco está adoptando actitudes ejemplares de acompañamiento y acogida, al tiempo que denuncia la hipocresía de los gobernantes y de los poderes económicos y financieros europeos. Dirigiéndose a ellos en su visita a Lampedusa pronunció la palabra “vergüenza”. A los parlamentarios europeos les dijo que no es
tolerable que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio ni que se niegue acogida a quienes llegan a diario a nuestras costas, muchas veces muriendo en el intento en las barcazas. Actuar de esta forma es negar su dignidad y favorecer el trabajo esclavo.

7. La actitud hospitalaria del papa contrasta con la insensibilidad de un sector
importante de la jerarquía católica española ante el drama de las personas migrantes y refugiadas, cuyos problemas parece serles ajenos o no son prioritarios en su agenda pastoral. Amén de insensibilidad, hay obispos que amparándose en un mal uso de la libertad de expresión, adoptan actitudes racistas, xenófobas, excluyentes e inhospitalarias cuando alertan irresponsablemente sobre la “invasión” de los refugiados, cuestionan que todas las personas que cruzan la frontera sean “trigo limpio” y afirman
que a Europa vienen muy pocos porque sean perseguidos. Alguno ha llegado a decir que la llegada de los refugiados es el Caballo de Troya de las sociedades europeas y, en concreto de la española, y que la acogida de los refugiados puede quedar muy bien, pero que “hay que saber lo que hay detrás”.
Estas declaraciones se hacen desde la impunidad jurídica y el disfrute de
privilegios de todo tipo de parte del Estado: educativos, sociales, fiscales, económicos, financieros. Privilegios s que los alejan del Evangelio como mensaje liberador de Jesús de Nazaret.

8. Queremos denunciar enérgicamente tales declaraciones, que demuestran
ausencia total de misericordia y falta de sentido de hospitalidad, se alejan del mensaje hospitalario de la Biblia, que pide amar a los emigrantes, no maltratarlos ni oprimirlos “porque emigrantes fuisteis vosotros en el país de Egipto” (Éx 22,20), y son contrarias a la práctica acogedora de Jesús de Nazaret, él mismo perseguido, emigrante e identificado con los emigrantes (Mt 25,3145).

9. En nombre del Dios de la Vida y de la Paz condenamos el terrorismo, en este caso, el terrorismo que dice basarse en motivos religiosos y matar en nombre de Dios y que provoca la salida de poblaciones enteras para huir del terror.

10. Exigimos a los Estados:
cumplir los protocolos internacionales en materia de inmigración, refugio y
desplazamiento; abrir rutas seguras que impidan caer en las redes de las mafias;no participar en el negocio de venta de armas que se utilizan para apoyar al terrorismo y a los gobiernos dictatoriales; combatirel racismo institucional; negar legitimidad a gobernantes corruptos y autócratas;
apoyar a las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno; fomentar políticas de desarrollo en los países de origen;
cumplir sus compromisos de acogida;  fomentar el diálogo intercultural, interreligioso e interétnico.

11. El Congreso quiere expresar su solidaridad con los pueblos oprimidos y
olvidados como el kurdo, el palestino y el saharaui, a quienes se les niega su derecho a
la independencia y se los somete a todo tipo de vejaciones. Todos ellos tienen numerosos emigrantes, refugiados y desplazados.
12. Las personas que hemos participado en este Congreso de Teología nos
comprometemos a:luchar contra la ideología y el sistema económico que provoca la exclusión de millones de personas,denunciar la sistemática transgresión de los derechos humanos de las “personas en movimiento” por parte de los Gobiernos, trabajar por otro mundo posible hospitalario,seguir
la práctica solidaria de Jesús de Nazaret;hacer una nueva teología de la emigración; pasarde la exclusión a la hospitalidad.

En Madrid, a 11 de septiembre de 2016