MACARENO
De modo diverso se conmemoró este año, 2017, la fecha del 18 de julio que, tanto la Fundación Francisco Franco como los requetés, conmemoran todos los años a su modo. En varias ciudades catalanas aparecieron carteles, atribuidos a un grupo de extrema derecha, con la imagen del dictador Franco y el mensaje: “No votes el 1-O. No a la República” . Y en Sevilla, el 17 de julio por la noche, daba comienzo una Vigilia laica y antifascista, en la plaza Virgen de los Reyes y ante el Palacio arzobispal, convocada por la Coordinadora andaluza de organizaciones republicanas “ Andalucía Republicana”, con el lema: “¡ Fuera el genocida Queipo de la Macarena! En el llamamiento de su pag web instaban al Sr. Arzobispo de Sevilla a exhumar los restos del general golpista Queipo de Llano de la Basílica de la Virgen Macarena, donde están enterrados, entregándolos a su familia para que les den sepultura privada.
Dicha Vigilia terminó al mediodía del 18 de julio, con la entrega, en el Palacio arzobispal, de sendas cartas dirigida la primera a su persona exponiéndole las anteriores demandas y otra dirigida al Papa Francisco, instándole a que la Conferencia Episcopal española pida perdón por el decidido apoyo que prestó al dictador Franco en su golpe de estado contra el legítimo gobierno de la II República. Diferentes fueron también las reacciones ante esta Vigilia antifascista, por parte de la izquierda y de la Iglesia católica, su jerarquía eclesiástica y un grupo de cristianos..
Los historiadores Drs. Francisco Espinosa Maestre y José Mª García Márquez y los autores Carlos Arenas y Javier Aristu, por su artículo: “La izquierda y la Basílica Macarena”, se pronuncian porque en la Iglesia de la Macarena, que el general golpista ayudó a construir y consideran su mausoleo, se queden sus restos. Como se sabe, la Iglesia actual de la Virgen Macarena ocupa el solar de la antigua taberna o Casa Cornelio, lugar de reunión de los sindicalistas republicanos, que fue destruida por 22 cañonazos de artillería, al mando del general africanista Leopoldo Ruiz Trillo, el 22 de julio de 1931, en represalia a la “huelga general revolucionaria” promovida por el movimiento obrero sevillano. Sobre sus ruinas, incautadas a sus legítimos herederos por Queipo de Llano, se levantó en 1949 una Iglesia, a la que, una vez bendecida por el Cardenal Segura, se trasladó, desde la antigua parroquia de San Gil, de los tiempos del obispo medieval D.Remondo, la imagen de la Hermandad de la Virgen del Rosario, de Belén y de la Esperanza y a la que posteriormente se le añadió el sobrenombre de la puerta medieval de la Macarena.
En este templo, hoy Basílica menor, se enterró al general Queipo de Llano tras su muerte en 1951. A juicio de los autores citados: “Sacar el cadáver del genocida Queipo de la basílica que debería llevar su nombre no basta para limpiar la negra imagen de ese edificio”. Por ello, sostienen que los restos de este general golpista y genocida deben quedarse en ese templo que él ayudó a construir, como si fuera su mausoleo, a semejanza de lo que ocurre con Franco y José Antonio en el Valle de los Caídos.
La jerarquía eclesiástica española no ha pedido aún publicamente perdón por el decidido apoyo que prestó al golpe de estado del dictador Franco, ni la estrecha colaboración que mantuvo con el período dictatorial posterior. Solo a título particular lo han hecho algunos sacerdotes vascos y navarros en la Revista de las Comunidades cristianas
populares (CCP). En lo referente a la exhumación de los restos del general golpista Queipo de la Basílica Macarena, el arzobispo actual de Sevilla, D.Juan José Asenjo, ha dado la callada por respuesta, aunque, tras la posición favorable a su exhumación por el Ayuntamiento sevillano y la presión popular iniciada por Andalucía Republicana está dispuesto al diálogo.
Sin embargo, dentro de la Iglesia sevillana no faltan voces discordantes. Así las Comunidades Cristianas Populares (CCP), un grupo de cristianos de base, de vocación laica y crítica con la actitud de la jerarquía de la Iglesia, repudiamos total y absolutamente el comportamiento de la Jerarquía eclesiástica, nuestros dirigentes, en el golpe militar franquista. Y exigimos que pida perdón por su apoyo decidido al franquismo en ese tiempo y la estrecha connivencia que tuvo después durante los 4O años de su dictadura. Y, por supuesto, exigimos también de nuestro Arzobispo la exhumación de los restos del general golpista y genocida Queipo de Llano, su esposa y el auditor Francisco Bohórquez Vecina, que era quien justificaba los asesinatos, de la Basílica de la Macarena, como lo venimos manifestando desde el 2013 y lo volvimos a pedir en el texto que leímos en la misma Vigilia. Sin embargo, respetando la opinión de los insignes historiadores y de los autores del artículo citado, no estamos de acuerdo con su tesis de que permanezcan sus restos en la Basílica, como si fuera su mausoleo.
Admitimos que el actual edificio de la Iglesia denominada de la Macarena tiene el espurio origen que hemos dicho.. Pero no creemos que, por ello, deba seguir siendo el panteón de unos criminales de guerra, porque tales personas no pueden ser honradas con sepultura eclesiástica y menos en una iglesia. La Iglesia, cuyo símbolo es el edificio, es una convocatoria (kahal en hebreo) de todos sus fieles o creyentes para la realización de la Paz, d el amor fraternal y el perdón. Paz que es obra de la Justicia y fraternidad y perdón que supone siempre una reparación, lo que aún no se ha efectuado. El culto dado en esa Iglesia a Dios-Padre, a Jesús y a su Madre es una contradicción evangélica estando a pocos pasos los restos de esas personas que mandaron asesinar a tantos sevillanos.- En nuestro texto alegamos también rezones jurídicas para que el Sr. Arzobispo mande exhumar de la Iglesia de la Macarena tales restos, ya que las tumbas de esas personas están en contra del canon 1242 del Código de Derecho Canónico, que establece textualmente: ‘No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los Obispos diocesanos, incluso eméritos”.
Todo esto lo exigimos como cristianos sevillanos, a lo que sumamos la exigencia del cumplimiento del art. 15,1 de la Ley nacional de Memoria Histórica y, en particular, el art 32,1 y 4 de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía (Ley 02/2017 del 28 de marzo. BOJA, nº 63, 03/04/17; BOE, nº 95, 21/04/17), que se refiere a los elementos contrarios a la Memoria Histórica, como “escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones… realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del golpe militar de 1936 y del franquismo” (32,1) y estableciendo en el 32,4: “Cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlo”. Por todo lo cual, creemos que los restos de esas personas no deben permanecer en la actual Basílica de la Macarena, lo que la transformarían en un nuevo Valle de los Caídos,
¿Quedaría limpio el edificio de la Basílica Macarena con la exhumación de los restos de las persona citadas? Creemos que si el solar fue incautado ilegitimamente a sus dueños, la justicia elemental exige que se les devuelva, aunque ignoro las complicaciones legales a que puede dar lugar hoy tal devolución. Por lo mismo, creo que una solución justa y equitativa puede ser transformar la Iglesia de la Macarena en un “ Lugar de Memoria Democrática de Andalucía” (art. 21), es decir, un lugar de reconciliación entre todos los sevillanos, ya sean republicanos agnósticos, ateos o creyentes cristianos, Lugar común que unifique el monolito conmemorativo de los republicanos fusilados delante de la muralla almohade y los que murieron a manos de los republicanos.. Este debería ser, a mi juicio, el nuevo objetivo de la Hermandad de la Macarena.
Antonio Moreno de la Fuente CCP de Sevilla