Conferencia
pronunciada en las Jornadas de Cristianos por el Socialismo
Madrid, 8 de Octubre
de 2016
Juan José Tamayo
Director de la
Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”.
Universidad Carlos III de Madrid
0. Tres observaciones previas (prenotandos)
- Perversión
de una hermosa palabra y recuperación de su verdadero significado. Maltrato
semántico y prácticas que la deforman. Recuperación de su verdadero significado:
DRAE:
(del latín misericordia) 1, Virtud
que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos. 2. V. obra de misericordia. 3. Teol. Atributo de Dios en cuya virtud
perdona los pecados y miserias de sus criaturas. 4. p. us. Porción pequeña de
alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna. 5. Puñal con el que
solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia
al enemigo. 6. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para
descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar de
pie.
Prácticas
que deforman la misericordia: las tradicionales obras de caridad mal
entendidas, que se caracterizan por el asisrencialismo, la beneficencia y el
“caritativismo”.
ETIMOLOGÍA: misericordia: de miser (persona desdichada) o misereor-miserere:
apiadarse de, sentir la desdicha ajena,, compartir la desdicha ajena; cor-cordis: con el corazón.
-
Ubicación de la palabra en la el terreno de la ética como aportación moral de
las religiones, y especialmente del cristianismo a una ética liberadora , para
despertar del “sueño de la cruel inhumanidad” en que estamos instalados (Sobrino,
1992, 11ss).
-
Evitar discursos abstractos, intemporales y falsamente universalistas sobre la
misericordia: vincular la misericordia con el sufrimiento eco-humano y darle un
contenido político. .
1. El
sufrimiento es una invariante en la
historia, que afecta a) a todos los seres humanos, hombres y mujeres, b)
pero no a todos por igual, sino especialmente y con especial intensidad a los
sectores más vulnerables, y c) a la Naturaleza, verdaderas víctimas, la mayoría
de las veces inocentes. Los victimarios son las estructuras sociales injustas,
las instituciones, las ideologías que los legitiman y los sistemas políticos,
económicos y militares opresores –dictaduras, capitalismo, colonialismo,
patriarcado, imperialismo, fundamentalismo, etc.
2.
Las mujeres son las que se ven sometida a
mayores y más intensos sufrimientos de todo tipo y en todos los ámbitos:
psicológico, cultural, moral, medio-ambiental, religioso, simbólico, económico,
político, laboral, familiar por la exclusión, marginación y opresión de que son
objeto por parte del patriarcado en alianza y complicidad con otros modelos
sociales, culturales, políticos, económicos que las convierten en mercancía.
3. Varias
son las actitudes que pueden adoptarse
ante el sufrimiento y ante quienes lo provocan: a) colaborar en el
sufrimiento de las víctimas, poniéndose del lado de los victimarios; b) pasar
de largo, lavarse las manos, cruzarse de brazos, que es otra forma de colaborar;
c) sentir pena ante los sufrientes de la historia, pero no hacer nada por
aliviar sus sufrimientos, ni analizar las causas del sufrimiento ni luchar
contra ellas, dejando las cosas como están y manteniendo intactas las
estructuras que lo provocan; d) la mentalidad
dolorista -muy extendida en las religiones-, que considera el sufrimiento
redentor, purificador, fuerza salvífica, cuando es destructivo del tejido
humano, hace infelices a las personas, ni constituye el núcleo de las
religiones, sino que es una de sus graves patologías. d) identificarnos con los
sufrientes, ponernos de su lado, hacer
nuestra su causa, luchar por su erradicación tanto a nivel estructural como
personal.
5. La
compasión es principio de humanidad. La
persona puede ser definida como ser
compasivo, con entrañas de misericordia. Sin compasión, no hay humanidad,
se cierne la impiedad, la dureza de corazón, la cerrazón de mente y el bloqueo
de la inteligencia. Con compasión, el ser humano se siente solidario de la
suerte del resto de los seres humanos y de la Naturaleza, de forma que todo
acto de homi-cidio y de eco-cidio se convierte en sui-cidio: matar a otra
persona o destruir la naturaleza es matar o destruirse a uno mismo. Caín,
matando a Abel, se está matando a sí mismo. Sin compasión, el ser humano se
torna lobo estepario que.se guía por la ley de la selva. Sin compasión, no hay
vida humana, sino la guerra de todos contra todos.
6. Es
necesario tener misericordia con la
naturaleza para combatir el sufrimiento eco-humano: grito del pobre y grito
de la tierra son inseparables:
- los
seres humanos y la naturaleza son un continuum;
el ser humano no es parte de la naturaleza; es naturaleza consciente,
- las
relaciones entre los humanos y la naturaleza son relaciones de sujeto a sujeto
- es
necesario reconocer los derechos de la naturaleza, respetar a la Madre Tierra,
cuidarla: es una de las manifestaciones de la misericordia. ecológica
- Cosmovisión y ética de las comunidades
indígenas: Sumak Kawsay (Bien Vivir):
Ejemplos
de prácticas compasivas con la naturaleza: Wangari Mathai, activista política y
ecologista keniana, Vandana Shiva, ecofeminista india, Chico Mendes,
sindicalista y activista ambiental brasileño, Berta Cáceres, ecologista
hondureña. Muchas activistas ecologistas
han pagado su compasión con la vida y se han convertido en “mártires”.
6. La
misericordia es una opción y una actitud fundamental de Dios
ante el sufrimiento y la opresión
- Éx
3,7-12: Sensibilidad hacia el sufrimiento humano, condición necesaria para la
misericordia: “He visto la aflicción
de mi pueblo en Egipto, he escuchado
el clamor ante sus opresores y conozco sufrimientos
(conocer= compartir, sufrir con). He bajado para librarlo de la mano de los
egipcios y para subirlos a de esta tierra a una tierra buena y espaciosa, a una
tierra que mana leche y miel... Así, pues, el clamor de los israelitas ha
llegado hasta mí y he visto la opresión con que los egipcios los afligen. Ahora,
pues, ve: yo te envío al faraón para que
saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto..Cuando hayas sacado al pueblo de
Egipto daréis culto a Dios en este monte”
7. La
misericordia: opción fundamental de Jesús
- no
es algo pasajero, pasatiempos, entretenimiento, en la vida, mensaje y praxis de
Jesús de Nazaret;
-
sino que conforma el ser de Jesús de
Nazaret, su estilo de vida, su forma de pensar y de vivir a Dios, su manera de entender al ser humano, su relación con los demás, su modo de
conocer, su creer, su esperar, su amar, su celebrar, su lectura de las Escrituras,
su actitud ante las víctimas, ante las personas hambrientas (misereor super turbas).
- En
el trasfondo de la actuación de Jesús aparece siempre el sufrimiento de las
mayorías, de los empobrecidos, de las personas discapacitadas, privadas de
dignidad, ante el que se le remueven las entrañas.
Jesús
pone como ejemplo de persona compasiva, de “persona cabal” (Sobrino) a un
Samaritano, a quien convierte en sacramento del prójimo, cuando los judíos
ortodoxos lo consideraban enemigo, hereje. El Samaritano atendió a la persona
malherida, maltrecha “movido a misericordia”.
En
esta parábola Jesús muestra qué es una persona cabal, misericordiosa (Sobrino,
1992, 34):
. la
que no se queda en el cumplimiento –práctica- de los mandamientos;
. la
que reacciona solidariamente ante una persona necesitada de ayuda;
. la
que interioriza el sufrimiento ajeno, lo convierte en parte de sí mismo y lucha
para eliminarlo.
Jesús
contrapone la misericordia a los sacrificios, en la mejor tradición
profética:
.
Mateo 12,1-9: “Misericordia quiero, que no
sacrificio” (citando a Oseas 6,6), en la escena en la que los fariseos
critican a los discípulos por arrancar espigas el sábado.
. Mt
9,12-13: Comida con publicanos y pecadores; los fariseos se lo echan en cara, y
Jesús responde: “No necesitan de médico los que están fuertes, sino los que
están mal. Id, pues, a aprender lo que significa misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a
llamar a justos, sino a pecadores”.
- La
práctica de la misericordia para con los empobrecidos, perseguidos por la
religión, explica su destino final: la
condena a muerte. ¿Por qué matan a Jesús?
8. La
misericordia es la virtud por excelencia
proclamada en el Sermón de la Montaña: “Bienaventurados los
misericordiosos...”. Felicidad y misericordia son inseparables. Una persona
misericordiosa es feliz y, compartiendo y aliviando su dolor, hace felices a
los que sufren aliviando. La falta de entrañas de misericordia hace infelices a
quienes no practican dicha virtud y a quienes sufren.
9. La
Iglesia cristiana a lo largo de su historia se ha movido entre dos actitudes:
la insensibilidad al sufrimiento humano y la misericordia para con las
víctimas. Hoy solo tendrá credibilidad si es una Iglesia samaritana, ejemplo de compasión y realizadora de prácticas
compasivas. Una nueva nota de la Iglesia que yo añadiría a las de la
eclesiología tradicional que aparecen en el Credo: una, santa, católica,
apostólica (los tradicionalistas añaden una quinta: romana) es Iglesia samaritana
10. La
misericordia es principio teológico
(Sobrino, El principio-misericordia.
Bajar de la cruz a los pueblos crucificados, Sal Terrae, Santander 1992,
37-39). Otros principios: principio-esperanza, principio-liberación). Sin dicho
principio, la teología pasa de largo inmisericordemente ante el sufrimiento
humano y se torna cómplice de él. La alternativa es una teología como
inteligencia y praxis del amor, de la justicia y de la misericordia, que se
hace cargo del dolor de las víctima; teología como inteligencia de la
com-pasión, que denuncia a quienes lo provocan y toma partido por las personas,
colectivos y la naturaleza sufrientes que gritan de dolor.
Sin
embargo, la teología tradicionalmente ha sido una disciplina sin entrañas de
misericordia. Los atributos que aplicaba a Dios eran la Omnipoten-cia, la Omniscien-cia
y la Providen-cia. Lo definía como Motor
inmóvil, Conocimiento de conocimiento, Causa sui, Principio y fundamento de
todas las cosas, pero incapaz de sentir,
de amar, de sufrir, de compadecerse. Esa imagen de Dios estaba más cerca del
Dios de la teodicea que del Dios de la Biblia, del Dios de los amigos de Job que
del Dios de Jesús de Nazaret.
11. En las religiones
- La
misericordia, la com-pasión y la
clemencia son algunos de los principales atributos de Dios en el Islam. “El
Compasivo”, “El Clemente”, “El Misericordioso”, “El Indulgente”, “El Perdonador”,
son algunos de los 99 más bellos nombres de Dios. Todas las azoras (suras) del
Corán comienzan con la expresión “¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el
Misericordioso”.
- Los
principios fundamentales del budismo son la interdependencia entre los seres humanos
y el cosmos. la compasión hacia todos los seres humanos y la naturaleza y la
eliminación del dolor. Para ello analiza las causas del sufrimiento humano y
propone el óctuplo camino para erradicarlo
- La Filosofía
ubuntu (Desmond Tutu): “Yo solo soy, si tú también eres”.
Todas
las religiones y culturas han tenido testigos de misericordia: mártires,
profetas y profetisas, místicos y místicas, reformadores y reformadoras, que
son ejemplos de misericordia y compasión: Confucio, Lao Tse, Buda, Jina,
Sócrates, Jesús de Nazaret, Francisco de Asís Teresa de Jesús, Edith Stein, Mahatma
Gandhi, Luther King, monseñor Romero, Ellacuría, Père Casaldàliga, etc.
12.
La misericordia no puede quedarse en
el terreno individual, personal, interpersonal, intersubjetivo; debe historificarse, contextualizarse en cada
momento histórico y responder a las situaciones cambiantes de la injusticia y
del sufrimiento humano, a los desafíos que plantea la realidad en cada época de
la historia y en cada encrucijada de la vida. Ellacuría elaboró el método de historización
de los conceptos teológicos y filosóficos”, que debe aplicarse también a la
misericordia). He aquí algunos de los fenómenos que caracterizan el contexto en
que ha de historificarse y practicarse la misericordia:
- el
imperialismo, que mantiene a los pueblos del Sur en situación de colonialismo a
todos los niveles: cultural, económico, político, etc.
- el
modelo económico capitalista basado en la ideología neoliberal, que fomenta la
acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, crea una sima cada vez mayor
entre ricos y pobres y excluye a 2/3
partes de la humanidad del bienestar
- el
patriarcado político y social, que limita los derechos de las mujeres, y el
patriarcado religioso, que no las reconoce como sujetos; el patriarcado recurre
sistemáticamente a la violencia contra las mujeres en sus múltiples
manifestaciones: simbólica, física, sexual, laboral, doméstica, siendo sus
formas más extremas la trata de personas, la prostitución y los feminicidios,
que se producen por odio a la vida de las mujeres.
- la
depredación de la naturaleza por mor del modelo de desarrollo científico
técnico de la Modernidad;
- la
corrupción instalada en la cúpula de las instituciones, de los gobiernos, de
los Estados,
- las
personas y colectivos desplazados, inmigrantes y refugiados que claman justicia,
acogida y hospitalidad.
- el
fundamentalismo en sus diferentes campos: religioso, político, económico,
cultural, científico, etc., y manifestaciones
- el terrorismo por motivos religiosos.
- La
violencia del sistema
- el epistemicidio:
destrucción de los conocimientos y saberes de los pueblos originarios.
14.
La misericordia tiene carácter público
y debe traducirse en el terreno político.
En esta
perspectiva propongo el siguiente decálogo
de la misericordia
1. No hay misericordia sin dignidad. Por
tanto, la misericordia debe traducirse en indignación por la negación de la
dignidad de las personas, los grupos humanos, los pueblos...
2. No hay misericordia sin igualdad. Por
eso, la misericordia implica la lucha contra las desigualdades de género, etnia,
cultura, religión, clase, de identidades sexuales.
3. No hay misericordia sin cuidado de la
tierra. Por eso, es necesario “cuidar a la comunidad de vida con entendimiento,
compasión y amor” (Carta de la Tierra).
4. No hay misericordia sin la defensa de
los derechos humanos, pero
- no
en abstracto, declarativamente o con un discurso falsamente universalista; no
solo los derechos individuales, que el neoliberalismo reduce a uno solo: el
derecho de propiedad,
-
sino los derechos sociales, ecológicos, los derechos emergentes, los derechos
de las personas que no les reconocen sus derechos, etc.
5. No hay misericordia sin hospitalidad
con las personas refugiadas, desplazadas, migrantes que huyen de la guerra y de
la pobreza.
6. No hay misericordia sin militancia en los movimientos sociales. La
misericordia debe activarse a través de la participación en los diferentes
movimientos sociales que luchan por otro mundo posible, más eco-humano, justo,
igualitario, respetuoso de las diferencias.
7. No hay misericordia sin fomento de
los valores comunitarios. Por eso la misericordia debe combatir el
individualismo, la endogamia, el corporativismo, y traducirse en solidaridad,
fraternidad-sororidad, equidad, com-partir, convivir.
8. La misericordia implica trabajar para
aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes y luchas contra las causas que lo
generan (Carta de la Compasión).
9. La práctica de la misericordia llevar
a “destronarnos del centro de nuestro mundo”
y colocar el cosmos en el centro. En la encíclica Laudato Si. Sobre el cuidado de la casa común Francisco hace una
crítica severa del antropocentrismo moderno y de la equivocada interpretación
antropocéntrica del relato de la Creación del Génesis.
10. No hay misericordia sin diálogo
interreligioso, intercultural, interétnico y con la naturaleza. La misericordia
debe llevar a salir de la propia religión, cultura, etnia y dialogar con otras
tradiciones culturales, religiosas, étnicas, filosóficas, morales distintas de
las nuestras y con la naturaleza. Ninguna religión tiene el monopolio de la
salvación. Ninguna cultura tiene el monopolio de la interpretación de la
realidad. Ninguna filosofía tiene el monopolio de la verdad. Ninguna
cosmovisión tiene el conocimiento completo del cosmos. Coincido con Raimon
Panikkar en que “sin diálogo el ser humano se asfixia, las religiones se anquilosan
y el mundo se colapsa”.
11. No hay misericordia sin
espiritualidad (inspirado en las intervenciones de Jaume Botey, Santiago
Álvarez y Alberto).
15. Epicuro
y Jesús de Nazaret coinciden en que la compasión y de la misericordia son como
principios de humanidad y su práctica, exigencia fundamental del ser humano.
Dice Epicuro: “Vana es la palabra del filósofo (aplicable a todo ser humano)
que no sea capaz de aliviar el sufrimiento humano”. Afirma Jesús de Nazaret:
“Misericordia quiero, no sacrificios”.
Apéndice:
CARTA PARA LA COMPASIÓN
La Carta para
la Compasión es una iniciativa de la historiadora de la historia de las
religiones Karen Armstrong y del Consejo para la Conciencia, firmada por
importantes personalidades mundiales. Fue presentada el 12 de noviembre de 2009
en eventos y reuniones en diferentes ciudades de todo el mundo. La compasión es parte de la Carta de la Tierra y ahora la Carta para
la Compasión profundiza en este valor en común tan importante
La noción de
compasión está presente en la Carta de la Tierra y más específicamente en el
principio segundo: “Cuidar a la comunidad de la vida con entendimiento,
compasión y amor.” Esta nueva iniciativa refuerza la labor de la Iniciativa de
la Carta de la Tierra.
Según Herman
Wijffels, la compasión constituye una importante base y fundamento para los
cambios urgentes que se necesitan y que debemos llevar a cabo, así como para
hacer el cambio de enfoque de nosotros como seres humanos y nuestras prácticas
ambiental y socialmente dañinas, hacia una nueva sociedad global basada en una
‘economía del reciclaje’ y una ‘estructura gubernamental que tome en
consideración las consecuencias de todas nuestras acciones hacia las personas,
el planeta y la economía”
Según Karen Armstrong, “la Carta para la Compasión es, sobre todo, un emplazamiento hacia la acción creativa, práctica y continua para resolver los problemas políticos, morales, religiosos, sociales y culturales de nuestro tiempo. No podemos permitir paralizarnos por el sufrimiento global. Tenemos el poder de trabajar juntos de manera enérgica en pro del bienestar de la humanidad e ir en contra del extremismo desesperado de nuestro tiempo. Muchos de nosotros hemos experimentado el poder de la compasión en nuestras propias vidas; sabemos cómo un solo acto de amabilidad y empatía puede cambiar una vida. La historia también nos muestra cómo la acción de unos cuantos individuos puede cambiar el mundo. En un mundo que está girando fuera de control, necesitamos este tipo de acciones”.
Según Karen Armstrong, “la Carta para la Compasión es, sobre todo, un emplazamiento hacia la acción creativa, práctica y continua para resolver los problemas políticos, morales, religiosos, sociales y culturales de nuestro tiempo. No podemos permitir paralizarnos por el sufrimiento global. Tenemos el poder de trabajar juntos de manera enérgica en pro del bienestar de la humanidad e ir en contra del extremismo desesperado de nuestro tiempo. Muchos de nosotros hemos experimentado el poder de la compasión en nuestras propias vidas; sabemos cómo un solo acto de amabilidad y empatía puede cambiar una vida. La historia también nos muestra cómo la acción de unos cuantos individuos puede cambiar el mundo. En un mundo que está girando fuera de control, necesitamos este tipo de acciones”.
Contenido
de la Carta para la Compasión
“El principio de la compasión se encuentra en el corazón de todas las tradiciones religiosas, éticas y espirituales, haciendo siempre un llamado a tratar a todos los demás como quisiéramos que nos trataran a nosotros. La compasión nos impulsa a trabajar arduamente para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes para destronarnos del centro de nuestro mundo y poner a otro en su lugar, y honrar la inviolable santidad de cada ser humano, tratando a todos, sin excepción, con justicia, equidad y respeto absolutos.
También es necesario tanto en la vida pública como privada, evitar consistente y enfáticamente infringir dolor. Reconocer que actuar o hablar violentamente por rencor, chovinismo o interés propio, empobrecer, explotar o negar los derechos básicos a alguien e incitar al odio al denigrar a otros – incluso nuestros enemigos – es una negación a nuestra humanidad en común. Reconocemos que hemos fallado al no vivir de manera compasiva y que algunos incluso han aumentado la miseria humana en el nombre de la religión.
Por lo tanto hacemos un llamado a todo hombre y mujer ~ para que restituya la compasión al centro de la moralidad y la religión ~ para volver al principio ancestral de que cualquier interpretación de la escritura que crea violencia, odio o desdén es ilegítima ~ para asegurarse que la juventud está recibiendo información exacta y respetuosa acerca de otras tradiciones, religiones y culturas ~ para que inste a la apreciación positiva de la diversidad cultural y religiosa ~ a cultivar una empatía informada hacia el sufrimiento de todos los seres humanos – incluso aquellos que se consideren enemigos.
Necesitamos urgentemente hacer que la compasión sea una fuerza clara, luminosa y dinámica en nuestro mundo polarizado. Enraizada en la determinación de principios que trasciende el egoísmo, la compasión puede romper los límites políticos, dogmáticos, ideológicos y religiosos. Nacida de nuestra profunda interdependencia, la compasión es escencial para las relaciones humanas y para una humanidad satisfecha. Es el camino al entendimiento e indispensable para la creación de una economía justa y una comunidad global pacífica”.
Bibliografía:
Juan José Tamayo (2012, 2ª ed.), Otra teología es posible. Interculturalidad,
pluralismo religioso y feminismo, Herder, Barcelona.
Juan José Tamayo (2011, 2ª ed.), La teología de la liberación en el nuevo
escenario político y religioso, Tirant lo Blanch, Valéncia, 2011, 2ª ed.
Jon Sobrino (1992), El principio-misericordia, Sal Terrae, Santander.
Karen Armstrong (2011), Doce pasos hacia una vida compasiva, Paidós, Barcelona.
Carlos
Mesters, Mercedes López y Francisco Orofino (2013), Misericordia quiero y no sacrificios. Encuentros bíblicos sobre el
evangelio de Mateo, EVD, Estella (Navarra).
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